Pensaba que todo estaba perdido, que nada podría volver a
tener sentido. Que todo se había terminado, que ya hada ni nadie podría devolverle
esa maravillosa ilusión.

En el momento menos esperado, cuando estaba sin aliento
alguno, fue entonces cuando él apareció de en medio de la multitud. Ella lo
miró disimuladamente y él sin miedo alguno se acercó lentamente a ella y con
una delicadeza innata le susurró unas dulces palabras al oído.
En aquel momento ella no podía creer lo que estaba ocurriendo.
Sin saber el porqué, ambos sabían que en aquel preciso instante se había creado
un vínculo especial, único y perfecto, que los envolvía sin dejar que nada los
pudiera separar.
Des de aquel primer momento, desde el instante que él se cruzo
en su camino, su vida dio un giro por completo. Ya nada podría volver a ser
como antes. Sin razón alguna, aquella persona que era casi desconocida rápidamente
empezó a formar parte de su vida y día tras día ese sentimiento se hacía más fuerte,
más real, más sincero.
Él se había convertido en la persona que siempre había estado
buscando y fue en ese preciso instante cuando ella se dio cuenta que él era el
hombre de su vida.
Anna Muxí